El Método Rolfing es una terapia de evolución. Es decir, que a lo largo de las sesiones individuales, el paciente nota cambios progresivos tanto en su estado físico, como psíquico y emocional. Algunos de los beneficios que los Rolfers observan en sus pacientes de forma habitual son los siguientes:
El método Rolfing tiene un carácter principalmente preventivo, aún así las personas que lo reciben frecuentemente refieren una mejora de sus patologías. Entre otras disfunciones o problemas de salud, se pueden beneficiar aquellas personas que padezcan: